La historia de César Díaz Guerrero es un caso particular de emprendimiento periodístico.

La historia de César Díaz Guerrero es un caso particular de emprendimiento periodístico. Él no decidió por voluntad propia dedicarse a la actividades comunicativas-periodísticas, sino que fueron las circunstancias de la vida las que lo guiaron a crear uno de los diarios más representativos de Tumbes.

Antecedentes

Si tuviera que contar los inicios de la vida empresarial de este hombre de visión y de misión, apostaría por la fundación del primer festival internacional de música y danza folclórica.

Pero eso ocurrió un poco después.

A los 20 años, un César recién egresado de la universidad recibió la llamada un viejo amigo empresario. Este le preguntó a quemarropa si quería ser administrador general de Radio Nacional en Canal 4. César, entre sorprendido e integrado, sabía que Radio Nacional había quebrado en aquel momento, pero ser administrador de su filial en Tumbes era un puesto de autoridad y envergadura.

César aceptó y, con algunos compañeros de la universidad, hizo que la radio vuelva a funcionar en menos de diez días.

Los primeros pasos

Caían los 90’s. Los tiempos era malos y el terrorismo azotaba cada rincón del país. César era alguien que apoyaba mucho el desarrollo de la izquierda; por lo que tuvo, de alguna forma, que “limpiar” su imagen.

He aquí lo que comenté al principio: el verdadero inicio de su vida empresarial.

César tenía que estar ocupado en otras actividades. No era el mejor momento para ser zurdo. Por esta razón comenzó a reunir agrupaciones folclóricas de diversos lugares, como Ecuador, Colombia y Venezuela y, así, formar el Primer Festival Internacional de Música Folclórica en Tumbes. Esto le otorgó una beca para ir a Corea del Norte, pero a su padre no le agrado la idea y declinó.

César en el aeropuerto rumbo a Panamá. Fuente: Archivo César Díaz
César Díaz en Panamá.
Fuente: Archivo César Díaz

En su paso por Radio Nacional, César no perdió el tiempo y formó una empresa de transporte llamada ‘Tahuantinsuyo’. Con 22 años -después de salir de dicho medio por razones políticas que contaré en leer más– se dedicó por completo a la industria de transportes hasta los 26 años.

En este periodo formó con un compañero de la universidad una empresa de servicios llamada CMAC, la cual tuvo su primera oficina en el centro de Tumbes. Esta empresa le permitió abrir otra empresa de transportes llamada ‘Virgen del Carmen’.

Así fue dando más pasos.

Este capítulo contiene una frase subrayada y en negrita que te dirige a una nueva parte de la historia. ¡Búscala!