La irrupción de los ciudadanos en la difusión de información ha generado muchos cambios. Algunos buenos, algunos no tanto. Conoce la situación de nuestra región y la opinión de especialistas en torno a esta práctica denominada "periodismo ciudadano".

La ciudad del eterno calor sucumbe ante uno de los flagelos que ocasiona la hiperconectividad y la globalización. Un mapeo de medios y cibermedios realizado en Piura revela información alarmante sobre la situación del periodismo ciudadano, situación que merece más allá de un artículo de blog, una profunda reflexión y acción conjunta.

Cualquier ciudadano que hoy sea testigo de un hecho de interés público y posea un teléfono celular con acceso a internet tiene la posibilidad de grabarlo y difundirlo en cuestión de segundos, bajo la denominación de «periodismo ciudadano». No es un secreto que la revolución digital ofrece un amplio abanico de herramientas que facilitan el acceso a cantidades desmesuradas de información y que los profesionales formados para su adecuado tratamiento han visto paulatinamente afectado el sentido de su labor.

¿A qué se le llama «periodismo ciudadano»?

Para el periodista Óscar Espiritusanto, se le atribuye esa denominación a la nueva forma de comunicar que surge del acceso a los medios en línea y de la participación de un sector activo de la ciudadanía en la elaboración de informaciones. Esta práctica cada vez más presente está enmarcada en lo que se conoce como «periodismo 3.0», donde la socialización de las noticias alcanza niveles insólitos. El también profesor de la Universidad Carlos III de Madrid defiende que el ejercicio del «periodismo ciudadano» aporta un valor real a las comunidades y representa la defensa de las minorías.

Pero… no todo es color de rosa

La irrupción de los ciudadanos en el proceso informativo ha generado muchos cambios. Algunos buenos, algunos no tanto. Para Susana Terrones, periodista y directora de estudios de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Piura, uno de los mayores riesgos es el inadecuado tratamiento a la información. «El llamado ‘periodismo ciudadano’ solo entrega datos, relevantes en un momento determinado, pero luego intrascendentes pues no cuentan con un trabajo profesional de análisis e interpretación que posibilite la formación de una opinión», comenta.

Evade responsabilidades

Prueba de la ligereza en el tratamiento es la amplia difusión de contenido sensible, presente en el contexto de pandemia, a través de las redes sociales. Lamentablemente, existe un vacío legal en el Código Penal que dificulta tomar una acción sancionadora que hace necesaria la reflexión acerca del rol ciudadano en la misión de no formar parte de cadenas denigrantes.

Por su parte, Raquel Ramos, también periodista y docente en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Piura, sustenta que el principal riesgo está en que se aliente una práctica individual que, sin criterio profesional, no asume responsabilidades frente a lo que difunde. «Las prisas nunca fueron buenas consejeras, y la ‘verdad’ no debe ser la primera víctima de un trabajo mediocre y mal realizado. Con la información también se puede cometer tropelías contra las personas», sustenta.

«Dad al periodismo lo que es del periodismo»

Diversas opiniones surgen al discutir si es adecuado o no el calificativo de «ciudadano» cuando se hace referencia a la labor periodística.

Para tener una perspectiva más local respecto a si es apropiado o no el uso del término, las periodistas Susana Terrores y Raquel Ramos responden:

¿Cuál es la situación en Piura respecto al periodismo ciudadano?

En 2013, Rosa María Alfaro, presidenta del Consejo Consultivo de Radio y Televisión (ConcorTv), al ser consultada por su opinión respecto a la situación del periodismo regional, manifestó su preocupación por la falta de profesionalismo y poco análisis de los temas de fondo. Casi una década después, la situación no ha cambiado de modo considerable pues los resultados obtenidos en un mapeo realizado durante los meses de agosto- septiembre respecto a los medios y cibermedios activos en Piura fueron cuanto menos, preocupantes:

¿Qué opinan los piuranos respecto al «periodismo ciudadano»?

En un sondeo que recogió la percepción de 200 ciudadanos se obtuvo los siguientes resultados:

Cuando se les consultó por los motivos de su valoración se encontraron respuestas como las siguientes:

Respuestas sobre el porqué consideran «peligroso» o «beneficioso» el ejercicio del periodismo ciudadano.
Fuente: Sondeo realizado a 200 personas para la elaboración de este artículo.

Además, al vivir rodeados de fake news y de información plagada por toda la red, se consideró oportuno preguntar respecto a si se considera a los y las periodistas como los profesionales idóneos para el tratamiento y difusión de la información. A continuación los resultados:

Pese a que existen personas, en el sondeo realizado, que consideran que no es un requisito indispensable haber cursado una carrera profesional para manejar de modo correcto la información, es positivo y necesario rescatar que un buen porcentaje reconoce al periodista y a su labor. Esta idea de revalorización es abordada por la periodista y docente Rosa Zeta en su artículo.

Entonces… ¿Qué se puede hacer?

Para los periodistas de profesión, las responsabilidades son claras, lo han sido siempre. Sin embargo, aún existe mucho trabajo de reflexión que los ciudadanos deben asumir al momento de colaborar con los medios (muchos de ellos no reconocidos formalmente como tal), y aún más si pretenden dirigir plataformas de información.

Es cuestión de valores

El ejercicio de la labor periodística implica conducir las decisiones según principios y valores ineludibles. A pesar del paso de los años, parecen ser los únicos que no cambian y que constituyen la base para hacer frente a un panorama de información tan convulsionado como el que vivimos.

Si tuviera que enunciar 3 valores o recomendaciones que deban conducir el trabajo de un periodista ¿Cuáles serían?