Chiclayo, 1972. Dos comerciantes residentes de Tarapoto esperaban el nacimiento de su segunda hija. Ernesto Gastelo Cabrera era el padre y Susana Heredia Inga la madre. Ernesto Gastelo murió este año a causa de el COVID-19.

Zulmi Gastelo Heredia, una mujer de decisiones y cambios: De padres comerciantes

Chiclayo, 1972. Dos comerciantes residentes de Tarapoto esperaban el nacimiento de su segunda hija. Ernesto Gastelo Cabrera era el padre y Susana Heredia Inga la madre. Ernesto Gastelo murió este año a causa de el COVID-19.

Al momento de su nacimiento, el 22 de junio, estos comerciantes decidieron bautizar a su segunda hija con el nombre de Zulmi; un nombre de orígenes orientales, precisamente indios. El orden de nacimiento es confuso, pues Ernesto Gastelo tuvo un hijo antes de conocer a Susana Heredia. Zulmi era la segunda hija de padre y madre, pero la tercera de padre.

Actualmente Zulmi es la tercera de siete hermanos.

La pequeña Zulmi creció en un ambiente tranquilo. Recibió el amor y la protección necesaria de sus padres. Aunque no recuerda mucho de su infancia, Zulmi se mudó con sus padres y sus hermanos a Tarapoto cuando tenía 9 años de edad. Fue allí que pasó el resto de su infancia y adolescencia.

Ernesto Gastelo Cabrera (izquierda) y Susana Heredia Inga (derecha), padres de Zulmi Gastelo Heredia.
Imagen: Manuel Camacho

Una infancia deportiva

Zulmi no tuvo intereses comunicacionales cuando era una niña. De hecho, nunca se le pasó por la cabeza tener algún contacto con el periodismo, y mucho menos el de tener un medio de comunicación propio. No obstante, de lo que sí tuvo mucho interés -hasta el día de hoy- fue del deporte.

Pertenecer a la selección de vóley del Colegio Nacional Jiménez Pimentel en Tarapoto fue la mejor parte de su infancia y, probablemente, de lo único que tenga un recuerdo vívido.

“Fueron épocas bonitas. Tuve una infancia y una adolescencia muy deportiva. Me gustaba bastante el deporte”.

En su paso por la selección de vóley, Zulmi recuerda y compara la sociedad de ayer y de hoy. Sus padres eran bastante cuidadosos al otorgar permisos, y Zulmi tenía que ir a sus entrenamientos constantemente. Por lo que siempre tenía que hacer tareas de la casa, como dejar cocinando o “haciendo algo”, para que le dieran luz verde y pueda salir.

Sin muchos planes para el futuro

Zulmi, como toda niña, aún sin miras a un futuro planeado, pensaba ser comerciante al igual de sus padres. Por otro lado, tuvo una primaria y secundaria in-influenciable y el deporte era algo que le movía continuamente el piso. Posiblemente sería la llegada de Armando Roque a su vida la que cambiaría tal rumbo. Pero eso es otra historia.


Fueron principalmente dos razones las que hicieron que Zulmi no pudiera ir la universidad: las razones económicas y las razones machistas de la época.

En primer lugar, los padres de Zulmi no pudieron costear el pago de una universidad, pues el dinero no era algo que sobraba en aquel momento. En segundo lugar, existía por aquel entonces el “normalizado” sesgo de que las mujeres no debían estudiar una carrera universitaria y los hombres, al contrario, sí.

“Antes más se permitía que los hombres terminen la secundaria o una profesión. En cambio, las mujeres solo se limitaban a terminar la secundaria, salir con [una] pareja o [estudiar] una carrera corta”.